Los testigos del primer tiempo del partido de ayer podemos decir que el equipo catamarqueño estaba manejando los tiempos del partido y a simple vista parecía que se llevaban sin despeinarse la clasificación en el bolsillo mas allá del empate juliano através de Núñez que había reemplazado a un lesionado Alexis Jiménez antes de finalizar los primeros 45 minutos.
Pero en el complemento Sportivo salio con otra actitud, presionando y con mucha mas precisión en los pases, y mientras pasaban los minutos con un par de cambios que le cambiaron la cara al equipo, el segundo tiempo fue pura garra quizás sin mucho futbol pero transpirando la camiseta como tenia que ser. Luego de un cabezazo de Valdez que puso el 2-1, el juliano se estaba comiendo la cancha y lo estaba pasando por encima al conjunto catamarqueño que cada vez se metía mas atrás y mostraba que es un equipo sin historia.
Llegando a los 20 minutos Sportivo ponía mucha gente arriba que servia para lastimar mas en el área visitante pero a su vez en un par de ocasiones le jugo en contra ya que el ingreso de Orquera por Porven mostraba que el técnico Godoy estaba para jugar de contraataque, el mismo Orquera tuvo dos mano a mano con Velardez, que una vez tapando a lo Abandanzieri y otra sacando con la mano cambiada el mono nos daba la confianza para llegar a los penales. Cuando faltaban 4 minutos para finalizar el partido Ricardo Amaya daba vuelta la serie que desataba la locura y la algarabía en las tribunas y hacia justicia dentro del campo de juego.
El que entiende de futbol y el que alguna vez lo jugó, sabe que la definición por penales es cuestión de suerte, y otra vez como en casi todo el partido la suerte jugo a favor del visitante que sin merecerlo se llevo la clasificación y la ilusión que teníamos de ascender…La verdad que no se cuanto me ira a durar esta tristeza pero si se que cuando el juliano vuelva a jugar en la liga o cualquier regional, voy a estar ahí en tribuna de la juramento como siempre y hasta siempre, acá no importa ni River ni boca, ni San Martín ni Atlético, ser hincha de esos clubes es fácil, pero ser hincha de Sportivo es solamente para entendidos…gracias viejo por poner este veneno en mis venas que lejos de matarme a ser feliz me condena…
Pero en el complemento Sportivo salio con otra actitud, presionando y con mucha mas precisión en los pases, y mientras pasaban los minutos con un par de cambios que le cambiaron la cara al equipo, el segundo tiempo fue pura garra quizás sin mucho futbol pero transpirando la camiseta como tenia que ser. Luego de un cabezazo de Valdez que puso el 2-1, el juliano se estaba comiendo la cancha y lo estaba pasando por encima al conjunto catamarqueño que cada vez se metía mas atrás y mostraba que es un equipo sin historia.
Llegando a los 20 minutos Sportivo ponía mucha gente arriba que servia para lastimar mas en el área visitante pero a su vez en un par de ocasiones le jugo en contra ya que el ingreso de Orquera por Porven mostraba que el técnico Godoy estaba para jugar de contraataque, el mismo Orquera tuvo dos mano a mano con Velardez, que una vez tapando a lo Abandanzieri y otra sacando con la mano cambiada el mono nos daba la confianza para llegar a los penales. Cuando faltaban 4 minutos para finalizar el partido Ricardo Amaya daba vuelta la serie que desataba la locura y la algarabía en las tribunas y hacia justicia dentro del campo de juego.
El que entiende de futbol y el que alguna vez lo jugó, sabe que la definición por penales es cuestión de suerte, y otra vez como en casi todo el partido la suerte jugo a favor del visitante que sin merecerlo se llevo la clasificación y la ilusión que teníamos de ascender…La verdad que no se cuanto me ira a durar esta tristeza pero si se que cuando el juliano vuelva a jugar en la liga o cualquier regional, voy a estar ahí en tribuna de la juramento como siempre y hasta siempre, acá no importa ni River ni boca, ni San Martín ni Atlético, ser hincha de esos clubes es fácil, pero ser hincha de Sportivo es solamente para entendidos…gracias viejo por poner este veneno en mis venas que lejos de matarme a ser feliz me condena…
