1968 :SPORTIVO GUZMÁN CAMPEÓN DEL ANUAL.
¡Hola la muchachada…! ¿Que tal...? Y, que me cuentan de esa caída de telón con el guapo como figura principal de la escena. ¡Pavada de actorazo…!. A esta hora te aseguro que las pibas de la Villa deben estar estirando las minifaldas y preparándose para el gran paseo por la Juan B. Justo, de puro presumidas por tan gallardos campeones que les dio el barrio. Y ahora espera nomás que los festejos comiencen en serio y vas a ver como hasta los árboles se pintan de rojo y blanco y como esas casitas pintorescas de piso de ladrillos cobra un colorado subido propiamente como para el casorio o alguna de esas fiestas con compadres y comadres. Mientras tanto allá por el lado del río las aguas se van conversando con las piedras que repiten el eco a coro de: ¡Sportivo Campeón!.
Los tarritos con flores que adornan los bulines por el lado mataderos saludan coquetones desde su cetro de tablas mientras los changos medios desnudos van mostrando, colados en la euforia, en su cara de traviesos el paso de la tierra que lo dejo como para plumeriarlos. El guapo copo la parada y hay fiesta con RODRIGUEZ de portero, el aroma de yuyos que trae el aire arrabalero va formando en la noche un inmenso CASTILLO mientras el canto del GRILLITO mantiene despierto a los tangueros. Guapos con alma de hippies van danzando al compás de la BURRITA. Noche de clarinada… noche de campeones, festejando hasta la diana, el SAPO, su clarín, llamando como campana a vivir la vida PAPA, y con este DIAZ feliz, corre el tinto corre el blanco y no importa que se SAFE y se ponga como turco. Nadie la pasa PERALTA todos están en la milonga con un fuelle medio RUOTTI y si es mudo, cambie música y arranquen con la chacarera, que zapatee el gaucho VELIZ. ¡Sígalo don CANCILLERI! . No le tema al OVEJERO, siempre hay quien LEDESMA porque hay fiestas compañeros con moñitos en la barriada. Todo es RIZZA, todo es juajua. Son campeones… son mejores. Pisan, toca, dibujan, trenzan, ¡matan! Hablan con idioma de potrero, son bravos, en los entreveros, son finos en los conciertos…. ¡SON MAESTROS PARA EL FUTBOL…!. Son criollos, son despiertos, son hijos del arrabal… ¡SON CAMPEONES DEL ANUAL…!. Haga rueda el vecindario para ver al nuevo rico, vengan denle la mano y por favor no le anden sacando la lengua a los vecinos “decanos”. Ellos también la guapearon y por culpa del “curita” se comieron la perita y será hasta el que viene. Sigue la villa su ruido. Hay comparsas, hay banderas y una banda que entreveran clarín, bombo y cargadas. Aplaude la “gallegada” que se llego hasta el fortín para arruinarles el festín y al final… no paso nada. Brava bandera “Juliana” otra vez esta al tope. ¡Gallarda! ¡ALTIVA! Y te dejas acariciar con el viento como piba, y te queres repartir en cada casa un cachito y es tu sombra en los techitos que las pone coloradas. Se levantan polvaredas de las calles sin asfalto y va el grito bien alto de la barra que estremece, un grito con emoción el de: ¡SPORTIVO CAMPEON…! . Hijo de la mejor villa…. Un equipo de maravilla…. Temple, garra y corazón.
Hector Costilla Pallares.
¡Hola la muchachada…! ¿Que tal...? Y, que me cuentan de esa caída de telón con el guapo como figura principal de la escena. ¡Pavada de actorazo…!. A esta hora te aseguro que las pibas de la Villa deben estar estirando las minifaldas y preparándose para el gran paseo por la Juan B. Justo, de puro presumidas por tan gallardos campeones que les dio el barrio. Y ahora espera nomás que los festejos comiencen en serio y vas a ver como hasta los árboles se pintan de rojo y blanco y como esas casitas pintorescas de piso de ladrillos cobra un colorado subido propiamente como para el casorio o alguna de esas fiestas con compadres y comadres. Mientras tanto allá por el lado del río las aguas se van conversando con las piedras que repiten el eco a coro de: ¡Sportivo Campeón!.
Los tarritos con flores que adornan los bulines por el lado mataderos saludan coquetones desde su cetro de tablas mientras los changos medios desnudos van mostrando, colados en la euforia, en su cara de traviesos el paso de la tierra que lo dejo como para plumeriarlos. El guapo copo la parada y hay fiesta con RODRIGUEZ de portero, el aroma de yuyos que trae el aire arrabalero va formando en la noche un inmenso CASTILLO mientras el canto del GRILLITO mantiene despierto a los tangueros. Guapos con alma de hippies van danzando al compás de la BURRITA. Noche de clarinada… noche de campeones, festejando hasta la diana, el SAPO, su clarín, llamando como campana a vivir la vida PAPA, y con este DIAZ feliz, corre el tinto corre el blanco y no importa que se SAFE y se ponga como turco. Nadie la pasa PERALTA todos están en la milonga con un fuelle medio RUOTTI y si es mudo, cambie música y arranquen con la chacarera, que zapatee el gaucho VELIZ. ¡Sígalo don CANCILLERI! . No le tema al OVEJERO, siempre hay quien LEDESMA porque hay fiestas compañeros con moñitos en la barriada. Todo es RIZZA, todo es juajua. Son campeones… son mejores. Pisan, toca, dibujan, trenzan, ¡matan! Hablan con idioma de potrero, son bravos, en los entreveros, son finos en los conciertos…. ¡SON MAESTROS PARA EL FUTBOL…!. Son criollos, son despiertos, son hijos del arrabal… ¡SON CAMPEONES DEL ANUAL…!. Haga rueda el vecindario para ver al nuevo rico, vengan denle la mano y por favor no le anden sacando la lengua a los vecinos “decanos”. Ellos también la guapearon y por culpa del “curita” se comieron la perita y será hasta el que viene. Sigue la villa su ruido. Hay comparsas, hay banderas y una banda que entreveran clarín, bombo y cargadas. Aplaude la “gallegada” que se llego hasta el fortín para arruinarles el festín y al final… no paso nada. Brava bandera “Juliana” otra vez esta al tope. ¡Gallarda! ¡ALTIVA! Y te dejas acariciar con el viento como piba, y te queres repartir en cada casa un cachito y es tu sombra en los techitos que las pone coloradas. Se levantan polvaredas de las calles sin asfalto y va el grito bien alto de la barra que estremece, un grito con emoción el de: ¡SPORTIVO CAMPEON…! . Hijo de la mejor villa…. Un equipo de maravilla…. Temple, garra y corazón.
Hector Costilla Pallares.
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